martes, 6 de marzo de 2012

Burbuja.

Hay momentos en la vida en los que te derrumbas, en los que no puedes seguir caminando, en los que ves todos tus intentos fallidos. Que no te sale nada bien. Que no sabes como seguir, qué será de ti o simplemente como superarlo. Cuando te dan estos típicos momentos siempre ayuda tener a alguien a tu lado que te apoye y que te diga que todo va a salir bien aunque sea mentira. Pero muchas veces te sientes solo en estas situaciones, por el único motivo de que te encierras en una burbuja y no dejas que nadie entre; todo te parece mal y crees que todos quieren hacerte daño. Solo te queda llorar, y luego seguir llorando por rabia, impotencia. Sentimientos que son como piedras en el camino, piedras enormes. Debemos buscar algo a lo que aferrarnos, subirnos al primer taxi que veamos y no pensar en nada más. Dejar que los que estén a nuestro alrededor nos ayuden. Si no le encuentras sentido a tu vida, le das la vuelta y sigues buscando. Si no tienes ganas de seguir, buscas las ganas dentro del armario. Pero lo haces, y sigues. 

Yo me ofrezco voluntaria a romper tu burbuja construida a base de miedo y conformismos. Me comprometo a crear ,a su vez, otra burbuja, mágica. Llena de color. Que se haga más y más a grande cada vez que sonrías. Que se deslice suavemente por tu cuerpo, explorándolo, conociéndolo.. saboreando cada suspiro que sale por tu boca, intentado averiguar qué significa.


Me comprometo a eso y a mucho más.

sábado, 3 de marzo de 2012

¿Se puede?

Música de fondo mientras millones de cosas pasan por mi cabeza, cada frase de esa canción se identifica con lo que pienso. Algún día aparecerá la ansiada felicidad,  pero no nos engañemos,  su humo será como cualquier otro, desaparece aunque intentes evitarlo.  El viento se lo lleva, al igual que todo lo demás. Alguien viene, se queda en mi mente y dice: 'hola, ¿me dejas pasar?' Claro, pero quítate los zapatos, por favor.

Una línea negra desciende por mis ojos. El rimmel no es compatible con las lágrimas, eso lo sabe cualquiera.

 Una cerilla consumiéndose y una entrada en blanco queriendo ser rellenada a base de sentimientos. Sentimientos que a nadie le importa, bueno quizás a alguien sí. No le temo al fuego que hubo, pero sí a las cenizas. Cenizas impregnadas de palabras, palabras que nos callamos por culpa del miedo. Miedo que existe por nuestra inseguridad. ¿Inseguridad a qué? A hacerlo todo mal. ¿Miedo a qué? A fracasar, a caer una vez más y no tener las fuerzas para levantarme. Son tiempos difíciles para los soñadores, para los diferentes. Pero es tiempo de olvidar. Olvidar historias, pero ¡no seáis ilusos! Nunca podréis hacerlo.

 De momento pasa, siéntate, ponte cómodo y  encendamos una cerilla para hablar de sentimientos.